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spam · Invitado

Una larga investigación de ‘The Washington Post’ ha permitido desarticular Mccolo, una compañía de Silicon Valley dedicada a distribuir ‘emails’ no deseados y antivirus falsos.

Hicieron falta cuatro meses de investigación para desarticular una de las redes de envío de correos electrónicos no deseados (spam) más grandes del mundo. Su nombre es McColo y es una compañía con sede en pleno epicentro del mundo tecnológico, Silicon Valley; concretamente, en la localidad californiana de San José. Esta empresa, supuestamente dedicada al hosting (alquiler de servidores), albergaba también un sitio de distribución de spam y de antivirus falsos.

Todo comenzó con la publicación de una serie de artículos en el diario The Washington Post, después de varios meses tratando de demostrar la trampa de McColo. Los investigadores también contactaron con las empresas proveedoras de conexión a Internet de McColo, Global Crossing y Hurricane Electric, que inmediatamente interrumpieron sus servicios. Un investigador anónimo de seguridad informática, que estaba controlando la actividad de McColo, asegura que la desarticulación de la compañía tuvo lugar en noviembre.

Desde entonces, la página web del grupo y, por lo tanto, su negocio están fuera de servicio. El número de personas implicadas en este caso de ciberdelincuencia no ha trascendido al ámbito público. Las penas pueden llegar a alcanzar varios años de cárcel, en función de la cuantía económica del fraude.

Efecto arrollador
Tras la paralización de la actividad de esta firma, las compañías de seguridad informática (entre ellas, Symantec, Sophos y Senderbase) detectaron que los envíos de spam se habían reducido en hasta un 75%. Esto significa que McColo era el canal que empleaban muchos hackers para distribuir emails fraudulentos

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